Cinco ensaladas de fruta para los últimos días del verano
Si una pieza de fruta, dulce y fresquita, casi siempre es apetecible, durante el verano, cuando el calor no hace ser más perezosos a la hora de cocinar, y todo lo que nos apetece comer son alimentos frescos, las frutas se vuelven uno de los pilares de nuestra alimentación.
Pero, aunque una pieza de fruta a media mañana, o tras la comida, siempre es buena opción, las frutas son un alimento que nos brinda muchas más opciones: no solo se puede añadir a platos dulces, sino también salados. Y, uno de los maridajes más conocidos, pero no por ello menos deliciosos, es el de las frutas y la ensalada. Si esta última ya es de por sí un plato que admite miles de variantes y mezclas, añadiendo frutas podemos crear platos originales, fáciles de preparar, y saludables.
Te dejamos cinco recetas para añadir fruta fresca a tus ensaladas, pero debes saber, que las opciones y posibilidades son casi infinitas
Si te gustan los sabores destacables, y quieres una ensalada llena de energía, pero no de grasas vacías, esta receta para preparar una ensalada en la que predomina el sabor cítrico te va a encantar.
Para prepararla necesitas: rúcula fresca, medio aguacate, una naranja, semillas de chía, tomates cherry, queso ricotta y almendras fileteadas. Para el aliño, necesitarás: vinagre balsámico, una naranja, aceite de oliva y sal y pimienta.
Preparación: Servimos todos los vegetales en un plato, cortando la naranja a gajos y quitándole la piel, los tomates cherry por la mitad, y dándole al aguacate forma de flor. Después, mezclamos todos los ingredientes de la vinagreta, sacando el jugo a la naranja y haciendo una reducción con el vinagre, y aliñamos la ensalada
Las ensaladas llenas de color no solo son bonitas sino que, además, suelen estar riquísimas. Si un día de especial calor te apetece tomar algo bien fresquito, esta receta de @eatprettybaby es lo que estás buscando.
Para prepararla necesitas: un vaso de fresas cortadas en laminas, un pepino, medio vaso de queso feta, un puñado de nueces, un puñado de hojas de menta, un puñado grande de hojas de espinaca y rúcula fresca. Para el aliño: tres cucharadas de vinagre balsámico, cuatro de aceite de oliva. Una cucharada de mostaza dijon, una de semillas de sésamo y sal y pimienta al gusto.
Preparación: tan solo debes cortar todos los ingredientes al gusto, lavarlos, y mezclarlos en un bol, con el aliño.
¿Alguna vez habías pensado incluir una fruta tan ligera como la sandía en una ensalada? Aunque en un primer momento pueda parecer una mezcla extraña, eligiendo bien los ingredientes podemos hacer un plato muy equilibrado, como el de esta receta de @adristylelife.
Para prepararla necesitas: dos rodajas de sandía, media cebolla fresca, 60 gramos de queso feta, un tomate pequeño, medio pepino, un puñado de nueces, aceite de oliva, zumo de limón y albahaca.
Preparación: Primero, debemos cortar la sandía y el tomate en cuadrados, el pepino en rodajas finas y la cebolla en láminas finas. Después, incorporamos la sandía y las verduras a un bol, al que añadimos el queso feta desmigado y las nueces. Aliñamos con una mezcla de aceite de oliva y zumo de limón y condimentamos con albahaca al gusto. Servimos muy frío.
La colaboradora de ABC Bienestar, Catalina Prieto, tiene una receta perfecta que une una de las frutas más sabrosas, las cerezas, con las ensaladas. «Las cerezas son una alternativa fantástica a otros tentempiés poco o nada saludables que nos ofrece el mercado. Pueden ser consumidas frescas o también emplearlas en diferentes platos como ensaladas, gazpachos, helados, granizados y en infinidad de preparaciones dulces», explica.
Por ello, deja una ensalada diferente, de esas que puedes realizar con pocos ingredientes pero en la cual todos ellos encajan a la perfección.
Para prepararla necesitas: 100 gramos de rúcula, 100 gramos de sémola integral, 200 gramos de cerezas, una taza de perejil fresco picado, 100 gramos de pistachos tostados, 100 gramos de queso fresco de cabra, cuatro cucharadas de aceite de oliva, el zumo de un limón y pimienta negra recién molida.
Preparación: Comenzamos preparando el cuscús. Lo traspasamos a un plato hondo y lo hidratamos con el mismo volumen de agua hirviendo. Tapamos con otro plato y dejamos que se ablande durante unos minutos.
Mientras lavamos y picamos el apio y el perejil. Pelamos y picamos los pistachos tostados, desmenuzamos el queso fresco y deshuesamos las cerezas cortándolas en cuartos. Con la ayuda de un tenedor movemos el cuscús ya hidratado para que quede suelto.
En un bol grande mezclamos la rúcula con el cuscús ya frío, el apio, las cerezas, el queso desmenuzado, los pistachos picados y el perejil. Aderezamos todo con el zumo de limón el aceite de oliva y la pimienta negra al gusto. Removemos la ensalada para que se mezclen los sabores y servimos con un trozo de limón para quién le guste un punto extra de acidez y toque cítrico.
Si eres fan del tradicional jamón con melón, esta ensalada te permitirá transportar esa mezcla de sabor tan característica y especial a un plato distinto, perfecto para un caluroso día.
Para prepararlo necesitas: 100 gramos de rúcula canónigos, 100 gramos de mozzarella, 80 gramos de jamón ibérico, melón cantaloupe y de piel de sapo, uvas, aceitunas negras, aceite de oliva y sal.
Preparación: Colocamos sobre una fuente una capa de brotes verdes, en este caso rúcula y canónigos. Con una cuchara vaciadora de fruta, hacemos bolitas de las dos variedades de melón. Después, añadimos el resto de ingredientes sobre la cama de hojas verdes: las aceitunas, uvas, mozarella, bolitas de melón y el jamón. Por último, aliñamos al gusto.
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